miércoles, 6 de marzo de 2013

Filipenses 4:6-7


"No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús."




Ansiedad. Preocupación. Afán. Aflicción. Inquietud.

Estas son solo algunas de las palabras que las distintas traducciones de la Biblia utilizan para referirse al sentimiento que nos embarga cuando la vida no parece estar marchando de acuerdo a nuestro plan. Estas son solo algunas de las emociones que yo misma he experimentado cuando las cosas que suceden a mi alrededor no parecen tener sentido, no parecen encajar en la expectativa que tenía sobre como deberían ser las cosas, sobre lo que debería estar haciendo, sobre como Dios debería estar respondiendo a mis oraciones. Al final, todo se resume en mi deseo de saber lo que sucederá, de poder controlar el mundo que me rodea, de querer de alguna manera influir en el plan de Dios para mi vida.... porque por alguna razón he llegado a entender que puedo.

Esta semana ha sido para mi espiritualmente intensa. No se donde te encuentre a ti este versículo, pero estoy segura de que donde quiera que estés, algo ocupa tus pensamientos. Un trabajo, una decisión, una relación, una situación... Algo que hoy parece el gigante más grande a derrotar, y que te hace sentir derrotado, sosteniendo un pequeño tirapiedras. Tu oración no parece suficiente y tus problemas nublan tu mente... Has olvidado acaso de donde te sacó Dios? Has olvidado las cosas que ha hecho por ti? Es que no te has dado cuenta que no es tu tirapiedras, que no es tu bastón, que no son tus fuerzas ni tus pequeños pasos, sino que ES TU VIDA EN LAS MANOS DE DIOS lo que ciertamente le da sentido al propósito para el cual fuiste creado, para el cual fuiste colocado en los lugares donde estas, para el cual fuiste enfrentado a las decisiones que hoy enfrentas?

Decirle a Dios lo que necesitas no es un ejercicio informativo, es una demostración de humildad y dependencia de Dios que surge de la petición , de reconocer que nada de lo que tienes o necesitas viene de otra fuente que no sea de El. Darle gracias por lo que El ha hecho no controla lo que sucederá, pero le recuerda a tu alma que Dios ha sido bueno contigo, que te ha liberado y te ha dado la victoria en los momentos en los que no parecía posible, y que aquello que no tenia sentido en su momento ciertamente obró para bien. Y si esa promesa fue vida entonces, lo será de nuevo, porque Dios no cambia... El permanece.

Y esa paz de la que habla la palabra, no viene de saber lo que pasará, ni de que los resultados serán los que tu crees que deben ser. Viene de desprenderte del control, de saber que Dios ve las cosas desde una perspectiva diferente, mayor, mejor. De tener fe en que, sea lo que sea que suceda, ese es el propósito del Padre, no sólo para ti, sino para encajar como pieza perfecta en un plan que trasciende tu vida y tus años aquí en la tierra. Hoy, te invito a desprenderte de todas tus ideas preconcebidas, de tu deseo de controlar aquello que escapa de ti. Te invito a pedir y dar gracias... a confiar. Te invito a que recuerdes que Dios ha sido, es y será bueno. 

2 comentarios:

  1. Me encanta :) Gracias Lore por poner en tan lindas palabras el refuerzo que algunos necesitamos para dejar de volvernos locos queriendo descifrar, analizar, y controlar todo...no nos corresponde. Al final del dia, las formas y los caminos de Dios SIEMPRE seran mejores!

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